martes, 4 de febrero de 2014

Quieres leer más ... varios trucos que ayudan sin que tengas que perder el disfrute de la lectura.

Anticipemos que no estamos ante una lectura de las que denominan eficaz (en la que se pierde parte del disfrute de la lectura) que optimiza el tiempo.

Estas recomendaciones ayudan a que podamos leer más libros de los que habitualmente leeríamos. Son fáciles de seguir y procedo a comentároslas por si queréis hacerlas cotidianas.

1. Lleva siempre un libro contigo. Al llevar siempre un libro contigo o tu lector de libros electrónicos, podrás aprovechar todos los momentos de espera que suceden en tu cotidiano. Podréis descubrir que hay muchos momentos en que estamos esperando y en los que podemos leer, bien sea en la cola del súper, en cualquier trayecto de bus, e incluso mientras esperas a que el microondas termine de calentar. Sólo tú podrás descubrir esos momentos en los que puedes leer y disfrutar de tu lectura. No es comparable a sentarse en un sofá, en un parque, en la playa, pero el resultado final es que podrás disfrutar de la lectura que tienes entre manos.

2. ¡Lee!  Puede sonar redundante, dirás que es evidente, de pero grullo, pero si no llevas el libro contigo y lees, no completarás la acción que quieres realizar. ¿Seguro que es la que quieres realizar? En vez de mirar twitter, el tiempo, el correo electrónico, facebook o cualquier otro entretenimiento, prueba a abrir tu libro o encender tu lector y pónte a leer.

3. Controla lo que lees. Esta acción tiene un doble propósito: te anima a seguir leyendo pues te ayuda a comprobar todo lo que estás leyendo, elaborar comentarios sobre ello y ver nuevos libros que leer, pues al participar en una red social de lectura, podrás ver lo que los demás leen y recomiendan. Descubrirás muchos nuevos autores que, de otra forma, seguramente no habríamos descubierto. Si no quieres hacerlo a través de compartelibros.com, de goodreads, de anobii o de cualquiera de las plataformas que ofrece internet, te recomiendo un cuaderno: disfrutarás con la escritura  y podrás hacer la función de control. Si hubieras optado por una red social de lectura, ayudarás a los demás con tus comentarios y con tu valoración de los libros que lees. Ese pequeño esfuerzo redunda en los demás y el de los demás redunda en ti. Es bueno mostrar en tu comentario si te gustó o no, pues ayuda tanto a los que lo leen como a ti. Y, por último, te servirá para poder controlar lo que lees, pues podrías volver a leer algo que ya leíste y no era tu pretensión. No obstante, releer algo que leíste te permite saborear lo conocido o lo que debas recordar. En definitiva, la lectura siempre es un placer. ¿O no?

4. Lee lo que te guste. Es un hecho importante: tienes que leer aquello que te guste. Leer lo que no gusta, no es placentero. No estás obligado a leer un libro que no te guste. ¿quién te obliga? ¿Finalizar el libro porque lo empezaste? Considero que es como andar por el camino erróneo y perder un tiempo precioso, además de los sentimientos negativos que genera.

5. Lista de libros. Ten preparado el siguiente libro que vayas a leer. O una lista de la que escoger cuando hayas terminado el que estés leyendo. Eso te permitirá tener siempre algo que leer.

6. El carné de la biblioteca pública. Si no te gustan los lectores electrónicos, o si te da la morriña de leer en papel o piensas que puede localizarse con facilidad en la Biblioteca pública que tienes cerca, alguno de los títulos que quieres leer, tienes que tenerlo y no perder tiempo en trámites. La Biblioteca es buena para encontrar títulos que fueron célebres pero no están de moda. Pregunta por el préstamo interbibliotecario. Hay bibliotecarios que les mola que sus lectores lean libros que tienen que pedir fuera, pues les facilita el estar en contacto con otras Bibliotecas e intercambiar información.

7. Aprende de lo que lees (o, al menos, inténtalo). No te estreses, se lee por placer, pero recuerda que podemos aprender mucho de la lectura, de lo leído.

8. Recuerda hechos relevantes de los libros leídos. Te servirán como tales aquellos que te han llamado la atención, pues por algo determinado lo hicieron. Si tienes que subrayar, subraya; si tienes que anotar, en el margen o donde puedas, anota. No pienses que un libro tiene que quedar inmaculado tras tu paso. No reflejarías lo que has vivido, ni el libro mostraría que ha pasado por las manos de alguien: los libros están para usarse, ya no son los incunables de la Edad Media. No te lo recomiendo si son de la Biblioteca.
Utiliza, entonces, toda la tecnología que existe: Keep, Evernote, GoodReads, Compartelibros, Twitter, Google Docs, ..., la herramienta que quieras para lograr recordar lo que te llamó la atención.

9.Comparte lo que lees. Aunque te llamen la atención. No sabes a quién puedes ayudar, o quien puede utilizar la información que compartes pero no le sería posible si no lo hicieras. Tienes el mismo derecho que cualquiera a compartir y que los demás utilicen lo que compartes (si quieres, claro). Puedes compartirlo en las redes sociales, o en tu blog, o en el medio que quieras ... lo importante es compartir lo que has experimentado porque pueden coincidir contigo, estar en el sitio opuesto, ..., pero, en definitiva, harás que la experiencia sea trascendente.

10. Valora lo leído. Sé crítico pero no seas malvado. Dejar un comentario donde esté recogido ese libro ayudará a los que vengan detrás tuya (si leen comentarios) porque es una aproximación a lo que has leído, un resumen de tus impresiones que permitirá que otros lectores se aproximen a esa historia. Si no tienes ganas de escribir sobre lo leído, al menos puntúa lo que has leído. Si puntúas negativamente, creo que es bueno dejar tus impresiones de los motivos. Seguro que si lo haces positivamente tendrás menos problemas para mostrar el placer causado.

11. La Lectura no está reñida con otros placeres que puedas tener. Y, con ello me refiero a que no está en contra de que puedas ver la TV, tus series favoritas o quedes a charlas con tus amigos. Pero evita que sean las cadenas de TV las que programen tu vida si quieres ver una serie o una película (salvo que dispongas de ese momento) y evita lo aburrido (como la publicidad o tener la TV encendida como si fuera el fuego del hogar). Si ves la TV todas las noches, considera cambiar de hábitos: la lectura puede proporcionarte más placer que un uso indiscriminado de la caja tonta (algo que se puede evitar con mucha facilidad en la actualidad y no sólo con la lectura). Y cuando me refiero a TV, puede ser también Twitter, Facebook, ..., ya sabes a qué me refiero porque todos hemos caído.

12. No seas maleducado. El que aproveches todo el tiempo que puedas para leer, no significa que tengas que distanciarte de la gente o leer durante la cena. No permitas que un buen libro estorbe a una conversación o conocer a alguien.

13. Márcate objetivos reales. Propónte un objetivo anual, mensual, semestral, trimestral, ..., en definitiva somos animales de costumbres y ese objetivo te permitirá saber si tu ritmo de lectura es el que quieres desarrollar o no. En el 2013 me propuse leer 50 libros ..., empezando la cuenta en Abril ... y finalicé 2013 con 49 leídos. No debes permitir que el objetivo lastre tu vida pero sí debe ayudarte a controlar tus hábitos de manera positiva, estimulando si fuere necesario o centrándote si procediere.

14. No leas más de un libro a la vez. No te estimulará a leer y al final verás que estás saltando de un título a otro sin propósito fijo porque no quieres abandonarlo. Dale una oportunidad a esos libros que no te incitan a la lectura teniéndolos 1 año en la recámara. Creo que si no has retomado la lectura de ese libro en un año, será que ya no te atrae lo suficiente y debes aparcarlo para siempre. Es bueno ser disciplinado en la lectura y para ello, un libro tras otro, como las tareas. Nadie puede hacer varias tareas a la vez.

15. La lectura es un hábito: se tiene que cultivar todos los días. Es como el deporte para tu cuerpo. La lectura dará agilidad a tu cerebro en ciertos aspectos que irás descubriendo.

16. Recuerda que la lectura es un hábito sedentario: necesitas moverte porque el cuerpo humano es una máquina dinámica. Mens sana, in corpore sano. No hay nada más que comentar. Bueno, sí. Camino una media de 16000 pasos diarios, teniendo como límite mínimo 12000 ... aunque algún día no llego a ellos. Es bueno caminar... o hacer algo de deporte. De correr ... no hablemos. O tienes la opción de utilizar elementos estáticos como la bici o las cintas de caminar mientras lees... caminar por la calle leyendo no es recomendable (aunque haya quien lo haga) y es difícil hacer ejercicio mientras sujetas un libro y lo lees.

17. La más importante: esto es un conjunto de sugerencias que surge de mi hábito, de observarme, de observar a los demás y de leer lo que otros hacen. NO HAY OBLIGACIÓN de seguir estas indicaciones. Sólo te cuento que la lectura y el lector de libros electrónicos han cambiado mis hábitos y estoy contento con ello. Hay quienes dicen que leen cien páginas diarias. Estupendo. Conozco gente que lee 120 libros al año (de setenta a ochenta mil páginas). Si disfrutan, me alegro mucho. Si no, tienen que mirárselo. Yo me he leído un libro de 1200 páginas como Circo Máximo de Posteguillo en menos de 4 días. Disfrute máximo.  Lo importante de todo esto es cómo te sientas y hacer cada día lo que te apetezca, pero recuerda que sólo ver atardecer o amanecer es bueno para el cuerpo, porque estar sin hacer nada es perder el tiempo (salvo que duermas). Disfruta con la lectura, no siguiendo una lista de sugerencias, ni blogueando lo que has descubierto, o tus pensamientos, o los sentimientos generados, ni que tengas que contar lo que has leído o el número de páginas ... es la experiencia en conjunto, lo que resulta de la lectura y disfrute de un buen libro.


Bueno, si has llegado hasta aquí.... enhorabuena. Yo no habría llegado. Es más, he tardado varios días en poder redactar esta parrafada pero espero que te ayude. A mí ... me ha servido.

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