jueves, 6 de febrero de 2014

Cambios en nuestra rutina que nos ayudarán a estar mejor

Desde que te planteas simplificar tu vida, observas con más atención los cambios que puedes dar para descansar tu memoria inmediata. Por ello, me atrevo a compartir con vosotros ciertas pautas que ayudan en nuestro cotidiano. Están extraídas de esta nueva corriente que aflora llamada minimalismo pero adoptadas a mi rutina diaria. Como siempre, no son fórmulas magistrales, ni la panacea pero ayudan a simplificar y eliminar lo innecesario.

1. Es importante correlacionar una cosa con un lugar: cada cosa tiene que tener un lugar definido.

2. Orden en tus espacios: al tener ordenado los sitios donde vives, la saturación desaparece. Concentra tus cosas en los sitios donde son necesarias.No lo dejes para luego porque se te acumulará el trabajo y la inversión de tiempo. Si lo haces en el momento, no lo notarás en tu saldo de tiempo libre. Si lo dejas, necesitarás dos horas para ponerlo todo en orden.

3. ¿Qué es necesario en tu vida? De aplicar las dos ideas anteriores, resulta el descubrimiento de la enorme cantidad de cosas que sobran. Si no son necesarias, mira quien puede necesitarlas.

4. Reduce la cantidad de información: simplifica el consumo de información porque ni te va a ayudar, ni te va a mejorar tu vida. Además, las noticias tienden a cabrearnos y no podemos hacer nada por cambiar muchas cosas. El resultado es que sólo terminarás mirando el tiempo y escuchando lo que comenten los demás. Y a la larga, sólo terminarás hablando del tiempo y de lo que es importante para la gente que te rodea porque les afecta.

5. Aumenta lo que te hace feliz: si tomar café con los amigos, si reunirte con la familia, si leer, o ver una serie, o pasear, o hablar con ..., son experiencias que te hacen feliz, deberías incrementarlas. La vida es una suma de momentos de presente. Ni es futuro, ni es pasado. El tiempo vuela y debes disfrutarlo con lo que esté a tu alcance. ¿Puedes salir de viaje? ¿No? Un viaje empieza desde el momento en que sales de la puerta de casa. No sabes qué va a suceder en la siguiente hora. Todo es incertidumbre: disfruta del momento, disfruta de los demás, disfruta de las cosas pequeñas y si vienen cosas grandes, ¡disfruta más!

6. Huye de las personas negativas: hay personas que están siempre criticando por placer, que realizan acciones o tienen actitudes que nos afectan. Lo mejor es alejarse de ellas, no a 3 km de ellas pero sí tomando una distancia prudencia. Hay que aceptar las cosas como son y de quien vienen. No te enganches, es suficiente con dejar de oirlas o leerlas.

7. ¿Puedes ayudar a otros? ¡Hazlo! Pero si te apetece, hacer cosas por los demás por cualquier otro tipo de motivación salvo que tengas ganas de ello es negativo porque pasa factura emocional. Disfruta ayudando a los demás, sin esperar recompensa, reconocimiento o reciprocidad.

8. Sé lo mejor que puedas: al ser quien eres, siendo la mejor persona que eres, la que albergas en tu interior, eliminarás muchos condicionamientos, impedimentos, corazas, serás verdadero y te ahorrarás de tener que estar pensando en las herramientas que has utilizado con los demás (sin importar la situación en que te encuentre, casa, trabajo, amigos, ...). Se vive más tranquilo, con más confianza, se duerme mejor.

9. Dedícate a ti mismo. Piensa que cuidar de uno mismo no es ser egoísta. El egoísmo nace cuando dañas a los demás. Tienes que cuidar de ti porque sólo tú sabes con seguridad lo que te hace daño. Comunica a los demás lo que te hace daño, sin causar daño, con sinceridad y sin miedo. Es preferible que sepan que algo te molesta porque tolerar esas pequeñas molestias llegan a cansarte y reventarás llegando a recordar hasta los momentos más insospechados para los demás e incluso, a veces, para ti. La dedicación parte de la sinceridad de ti hacia los demás y se continúa en la dedicación del tiempo para uno. Puede ser que necesites espacios de tiempo para ti, solo o acompañado, con amigos, con familia, o con quien quieras, parcelas de tu vida que no tienen que ser secretas pero que tienes que vivir distanciado de los más cercanos.

Y sobre todo, disfruta de lo que haces cada día. Sonreir es gratis y el buen humor hace que todo tenga otra apariencia. ¡Nos seguimos leyendo! Gracias por haber llegado hasta aquí.

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