domingo, 5 de enero de 2014

La difícil tarea de comprender al otro



Es difícil, pero no imposible. Algunas veces, somos tan preponderantes en nuestras opiniones y comentarios que no advertimos que evitamos la difícil tarea de comprender a los demás. Es un paso muy difícil, complejo y fundamental para vivir una vida plena. ¿Por qué lo hacemos como lo hacemos? ¿Por qué no se actúa de otra manera? ¿Por qué creemos en lo que creemos?

Es habitual en la mente de la persona y en estos tiempos de prisa, más. Evitamos leerlo todo, porque es más fácil cambiar, saltar, que intentar comprender lo que el otro nos quiere transmitir. Evitamos interactuar en profundidad con los demás porque es más fácil (¿o rápido?) creer que sabemos lo que queremos y lo que quieren los demás. Evitamos calcular, leer los pies de página, repetir los experimentos, releer, advertir, asumir, escuchar, porque podríamos descubrir lo que no queremos, el camino que necesitamos pero evitamos. Es mejor darnos prisa, ser los primeros, los más oídos, los más leídos, mostrar nuestra energía en nuestra opinión, ver cómo se expande (o creemos ver) entre los que nos leen o nos escuchan. Y sobre todo, es más fácil porque cambiar, escuchar, implicarse, adsorber, absorber, recibir es tarea difícil, a la vez que transmitir también lo es ... pero eso es materia para otro día.

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